Vamos haciendo recuento de las cosas que podemos hacer y cuando éramos bebés no hacíamos: andar, hablar, tomar la leche en vaso, jugar, tener amigos,... y una muy importante: IR A LA ESCUELA. En la escuela aprendemos, nos divertimos, cantamos, bailamos, leemos, pintamos, contamos, descubrimos, viajamos,... ¡y no sé cuántas cosas más!
Recordamos el cuento que la seño nos contaba en los primeros días, cuando teníamos tres años, "El pez que no quería ir a la escuela" y con este cuento nos animaba a ir todos los días al cole porque allí aprenderíamos muuuuuuuuchas cosas.
Aquí os lo dejo para que lo recordéis en casa.
El pez que no quería ir al colegio |
¡Qué gran susto
se llevó el pez Tris por no gustarle ir a la escuela y no saber
leer!
El burro Orejas, después
de unos laboriosos años de trabajo, gozaba de un buen merecido descanso.
Pero tan acostumbrado estaba a trabajar que no podía estar sin hacer nada. Paseando un día a la orilla del río tuvo una brillante idea: -Eso es, cada día vendré al río a pescar y así me distraeré. Y desde entonces, sentado sobre el viejo puente que cruzaba el río, el burro Orejas lanzaba el anzuelo al río y esperaba a que los peces picaran. ¡Qué emoción al sentir el tirón dado por el pez y luego la anhelada espera de tirar del hilo hasta ver el pez agitándose al extremo del anzuelo! Pero lo que era ocasión de alegría para el burro, lo era de tristeza para los peces que vivían en el río. Al ver cómo él burro Orejas iba capturándolos, se reunieron todos para encontrar el modo de librarse de él . Después de mucho cavilar decidieron poner en el lugar donde siempre pescaba el burro Orejas, debajo del puente, un letrero con la inscripción con letras bien grandes: «¡Atención! ¡Peligro! ¡Aquí pesca Orejas! No comáis ningún gusano.» Desde aquel día, Orejas no comprendía por qué no cogía ya ningún pez. Y se rascaba, pensativo la cabeza pensando en el extraño misterio. El pececito Tris, al salir de casa, en lugar de ir a la escuela, solía dar grandes paseos por todos los recovecos del río. Era más emocionante nadar de un lado para otro que estar en clase, sentado, dibujando, escribiendo, contando. Y claro está, nunca iba a la escuela y no sabía leer. Un día en una de sus correrías aventureras llegó debajo del puente, al lugar donde los peces habían puesto el gran letrero. Tris lo vio ¿Por qué habrán puesto aquí esto? ¿qué dirán estas letras? En este momento su atención se vio atraída por un delicioso gusano que se columpiaba en el agua. -¡Bocado exquisito - pensó Tris. Y abría su boca para tragárselo cuando, de pronto, ¡zas! El viejo puente sobre el que se sentaba Orejas se derrumbó y éste se vio sumergido en el agua. Mal lo pasó. Pero pudo ver el letrero de peligro que los peces habían puesto. Y cómo era viejo y le resultaba difícil salir del agua porque los huesos le pesaban mucho, los peces, compadecidos de él. le ayudaron a salir. El burro Orejas les prometió que nunca más iría a pescar. Y los peces le pidieron que se acercara a la orilla, y él y ellos hablarían contándose cosas. Tris recibió un soberano susto al ver lo cerca que estuvo de morir pescado por no saber leer y ya nunca más dejó de ir a la escuela. Y ¿Sabéis?, llegó a comprender que ir a clase era tan emocionante como pasear a lo ancho y largo del río. |
¡Ay, nuestra primera canción!
Bueno pues a partir de aquí hemos recordado cómo se llama nuestro cole y lo hemos escrito en nuestra hoja de trabajo. Hemos salido a la entrada para dibujar la fachada y aquí os presentamos una muestra de lo que hemos hecho
Que penita me hubiera gustado verlo aver si lo puedes arreglar
ResponderEliminarGracias guapa por tu aviso. La verdad que quiero guardar tanto la privacidad de los peques que no lo ven ni sus padres. Enseguida lo arreglo, bueno eso creo porque para ponerlo me he tirado toda la tarde. Por cierto, ¡Qué foto más chula te has puesto de perfil! ¿De qué me suena?
ResponderEliminarYa lo pude ver muy bonito y la canciòn muy chula que bien os lo pasais.
ResponderEliminar¡Pedazo de artistas vamos a criar!
ResponderEliminarLa verdad es que ha sido una idea original y sencilla sacarlos a la puerta a pintar el cole.
¡Olé por los profes motivados!.
La verdad que no sé quién motiva a quién porque a este grupo le tocas un poco las palmas y es raro el que no sale bailando. ¡Viva el arte!
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